Gerald Prince |
Gerald Prince es el autor que trabajaremos para definir el concepto de narratario, lector ideal y el lector. En principio, el mismo nos indica que toda narración sea oral o escrita presupone no sólo un narrador sino también un narratario, es decir, alguien a quien el narrador dirige sus palabras.
Para Prince, el narratario es una criatura ficticia y aunque los críticos muestran muy poco interés por la noción de narratario y la confunden con nociones como la de "receptor", "lector" u otras es necesario establecer que la persona que cuenta y a la cual cuenta dependen más o menos la una de la otra en cualquier narración.
El narratario, puede no parecerse a un buen número de lectores, por ello el lector no debe ser confundido con el narratario de esa ficción. Uno es real, el otro ficticio y si sucede que el uno se parece al otro será esa una exepción y no la regla.
Mientras tanto, para un narrador, el lector ideal será aquel que comprendiese perfectamente y aprobase completamente cualquiera de sus palabras y la más sutil de sus intenciones. Por otro lado, para un crítico el lector ideal sería aquel que es capaz de descifrar la infinidad de textos que se superponen en un texto específico. Los narratarios para los que un narrador multiplica las explicaciones y se ve obligado a justificar las diferentes particularidades de su relato, son muy numerosos y no podemos creer que estos constituyan los lectores ideales soñados por un novelista.
El autor, enumera algunas marcas que considera como "señales del narratario" y estas son:
1. Conoce la lengua empleada por el narrador.
2. Está dotado de ua excelente memoria.
3. Ignora todo acerca de los personajes que le son presentados.
De esta manera, el retrato de un narratario se desprende, ante todo, del relato que le es hecho, las pistas que se dejan en el texto para guiarlo dentro de su lectura. Las señales que pueden describir al narratario son, de igual forma, muy variadas, a través de preguntas, descripción de sus pensamientos, emociones, personajes, lugares, actos, justificación de sus actos, el narrador intenta darle las indicaciones necesarias para la comprensión de los acontecimientos.
Su principal función es ser el intermediario entre el narrador y sus lectores que son, al final, quienes terminarán leyendo o escuchando la historia narrada y que probablemente no comparten mucho de un lector ideal o del narratario.